¿Qué aportan los títeres a la sociedad contemporánea?


Marionetas de Bangkok (Thailandia) © Juven Iges Rojo

     La primera consideración que nos planteamos es la definición de títere; para ello me quedo con la del argentino Ariel Bufano: «cualquier objeto movido en función dramática» (1). Esta afirmación implica que el títere es capaz de expresar, reflejar y producir en la acción escénica sentimientos, costumbres, emociones… El títere, pues, siempre ha estado vinculado al hombre desde su origen.

     «El hombre primitivo creó imágenes mediadoras para invocar las fuerzas de la naturaleza. Esquematicemos el mecanismo de la magia simpática: para cazar el reno, el primitivo apresó su imagen en la piedra; para adueñarse de las fuerzas del tigre, vistió su piel, imitó sus movimientos; para poseer la virtud de un héroe o poder deificado, se puso una máscara y se convirtió él mismo en imagen, imagen dotada de ritmo, de voz, de acción, imagen poseedora de la fuerza espiritual invocada —esta mascarada mística resultó ser el teatro—». (2)

Sinta y Rama. Títeres de varillas. Wayang-Golek (Indonesia) © Juven Iges Rojo     Este hombre de las cavernas fue el primer actor y probablemente el precursor del noble arte de los títeres. Teatro, títeres y religión han estado estrechamente unidos. En La India los títeres son anteriores al teatro de actores. Según su mitología, el primer titiritero nació de la boca de Brama, dios que dio forma al mundo, considerando los indios a los títeres como enviados de los dioses para divertir al hombre, aun si bien en La India antigua se tenía por algo impropio interpretar a alguien, dios o persona, lo que era presagio de muerte. Por ello los títeres cumplían sin peligro la función de un actor. Según parece, el muñeco teatral más antiguo del que se tiene noticia es el títere de sombra indio Vidacucha, un personaje enano, calvo y jorobado, con grandes dientes y ojos amarillos; su lenguaje es filoso. Su indumentaria y su forma de ser lo hacen un personaje casi ridículo. Le gusta la juerga, es astuto, grosero y promiscuo, solventando sus disputas a golpes. Si echamos una mirada sobre las principales figuras populares titiritescas que han existido en el mundo —Karagoz, Polichinelle, Punch, Guignol, Kasparek…— veremos que todas, sin excepción, tienen uno o varios rasgos físicos o conductuales del viejo Vidacucha, quien podía considerarse, con razón, como el bisabuelo de todos los títeres. (3)
     En Egipto los títeres representaban a los dioses. En China en el arte de los títeres hay gran variedad de tipos y técnicas: sombras, hilo, varilla, etc, siendo característico que el teatrillo fuese llevado por un solo hombre que solía instalarse en plazas y mercados. Su personaje típico se llama Kuo Kwok y es muy similar en su carácter a Vidacucha.
     En el teatro de sombras de Java y Bali (Indonesia), con ciertas influencias de La India, destacan los Pendawas —personajes que encarnan el bien y representan una virtud—.
     Antropológicamente, el hombre ha necesitado a un grupo de semejantes para sobrevivir y su identidad ha sido fruto, en parte, de la opinión que el resto del grupo ha hecho de él. Y es que el títere nace cuando la vida cobra un sentido, un porqué.
     Los primeros títeres de occidente surgieron en Grecia, aunque apenas se hicieron sentir. Surgieron también, cómo no, en Roma, pero lamentablemente lo consideraron un arte menor. Dicha consideración no impidió su continua expansión por toda Europa y el resto del mundo. Platón comparó a los hilos que mueven las marionetas con las pasiones del hombre.
Marionetas de Benin (África) © Juven Iges Rojo     Desde el 442 a.C. existen referencias acerca del teatro de títeres. En la primera obra de que se tiene constancia, el griego Xenofonte narra la visita de un titiritero de Siracusa a la casa del rico ateniense Callias. En la reunión estaba presente el filósofo Sócrates, de quien se dice que a veces empleaba muñecos para exponer sus ideas ante el público.
     El primer titiritero conocido por su nombre fue el marionetista Photino. De acuerdo con los escritos existentes al respecto, utilizó únicamente grandes títeres de hilo, para que pudieran ser observados a cierta distancia. A Photino le habían autorizado los actores a actuar con sus artistas de madera en el teatro de Dionisios, al pie de la Acrópolis.
     En Roma consideraban a los actores del teatro como infames, por lo que el teatro de títeres apenas se hizo sentir. Algo que sí heredaron con entusiasmo y cuidaron los romanos fueron las farsas originadas en la ciudad griega de Atella, realizadas por actores con máscaras que paulatinamente llegaron a estereotipar a personajes tales como Papppus, Dossenus y Pucco, siendo el más popular Maccus, cuyo nombre significa bufón, tonto, estúpido. Seguramente se produjo un intercambio entre los títeres y los personajes con sus máscaras. Ciertos historiadores consideran las farsas atelanas como precursoras de la commedia dell’arte.
     En España, según informa Freddy Artiles en su libro Títeres, la primera referencia escrita sobre ellos data del año 1211, cuando Giraut de Calanso aconseja por carta al juglar Fader que se dirija a la corte de Pedro II de Aragón, donde podría encontrar trabajo y, entre otras cosas, hacer títeres.
     Los títeres renacen en la Edad Media, prohibidos y perseguidos al principio. Sin embargo, el carácter nómada de los juglares fue lo que desarrolló en gran medida el arte de los títeres. Parece que en el siglo XIII el juglar Giraut de Riquier se dirigió al rey Alfonso X de Castilla con un suplicatorio en el que solicitaba al soberano establecer una jerarquía entre los diferentes oficios del teatro y comediantes (histriones); el rey emitió en 1275 una declaración en la que denominaba carruzos (escala más baja de losTíteres de cachiporra (España) © Juven Iges Rojooficios histriónicos) a los que exhibían animales amaestrados y títeres (4). Los juglares fueron los que posiblemente levantaron los títeres de guante —acompañado siempre de un garrote— entre cortes y plazas en los retablillos de títeres en forma de castillo, debido a que eran más prácticos que las marionetas en sus continuos viajes.
     Fue especialmente en los siglos XV y XVI cuando se utilizaron las figuras articuladas en el corazón de unas sociedades religiosas como formas de explicación y manifestación de las creencias que imperaban en la sociedad, incorporándose al culto en las representaciones de los misterios: grandes espectáculos basados en la vida de Cristo. En esta época tan convulsa, la intervención de los histriones, los convertía en protagonistas de las entrañas del mal, simbolizado por el demonio; terminaban siendo figuras cómicas a causa de sus máscaras y bufonadas.
     Los títeres, pues, sobrevivieron a duras penas en la medida en que sus manipuladores y contadores de historias no dejaron que la materia muerta dejara de formar a los espectadores, que, casi andando, miraban de reojo…
     Sin embargo, alrededor de 1502 Angelo Beocolo dio unas pinceladas para consolidar en Italia lacommedia dell´arte, género teatral experimental que ofrecía un espectáculo vivaz y bufonesco reflejando la vida de los campesinos. Sus personajes representaban tipos fijos, utilizando máscaras: Arlequín, Ruzzante, Pulcinella... Paralelamente a los actores que protagonizaban historias a partir de la improvisación y en base a una sencilla historia entre sus personajes arquetípicos, fueron nuestros amigos los títeres quienes eligieron a Pulcinella como abanderada de una nueva era, ya en el siglo XVII, extendiéndose gracias a su carácter vital, burlesco, picaresco, el mismo personaje nómada que asume lo más personal de la cultura de ese pueblo.
     En Francia, poco a poco evolucionó hacia un títere de guante llamado Polichinelle; al igual que su antecesora, se arropó de sus peculiares amigos. No podemos olvidar que en 1443 se hacían las primeras representaciones de la vida de María. De aquí saldrá el nombre de “marioneta”: Marie – Maron – Marionette (pequeña María). Un personaje aparte en la familia es el obrero Guignol, que aparece entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX.
Cubanito (Cuba) © Juven Iges Rojo     En Inglaterra, entre 1642 y 1660 se prohibieron todo tipo de espectáculos; una súplica de los comediantes al Parlamento en 1643 hizo que se autorizaran de nuevo los títeres, pudiendo gozar durante estos años su mejor época. De la mano probablemente de titiriteros italianos, el personaje evolucionó hasta ser una pareja de títeres llamados Punh and Judy, junto a su familia.
     La familia nómada de los titiriteros de la época, con el patrón italiano, cruzaron fronteras y mares. Así, en España, se llamó Cristobal Polichinela, Cristobita o títere de cachiporra, pues al final siempre terminaban los personajes a garrotazos; en Rusia se nacionalizó con el nombre de Petrushka y hasta Brasil llegó en el siglo XIX con el nombre de Joao Minhoca. Hoy día Kasperle o Kasperek es la figura tradicional del teatro de títeres de varios países de Europa como Alemania, Austria o República Checa.
     Entrar en la dialéctica de que si el camino va del actor al títere o viceversa sería mera especulación. Lo que sí puedo deducir es que es el mismo personaje, el mismo nómada, que asume lo más personal de la cultura de ese pueblo y se lo devuelve enriquecidamente.
     El siglo XVIII fue muy positivo para los títeres, sentando las bases para que en el XIX intelectuales y artistas de otras disciplinas unieran esfuerzos por y para el teatro de títeres. Simultáneamente la tecnología llegaba a los títeres, pero sin duda lo más significativo fue que el teatro de títeres se convirtiera en un arte para el público infantil.
     Desde el siglo XX hasta nuestros días, el títere ha ido madurando y evolucionando de acuerdo con su propia identidad, arropado por diferentes familias que en diferentes teatros y plazas nos han deleitado con su generosidad a niños y adultos. Sin duda, para mí los títeres no son protagonistas de los textos, sino creadores de historias llenas de emociones y sugerencias tan cercanas a ti y a mí que podríamos compartirlas. ¿Te atreves?
     No podemos terminar esta introducción histórica del títere sin considerar otras referencias tan importantes en Europa como Karagoz en Turquía, a partir de la técnica de sombras; los Pupis sicilianos, inmortalizados por Cervantes en El Quijote, en su capitulo ‘Retablo de Maese Pedro’, donde Don Quijote y Sancho Panza contemplan una representación de Pupi; el teatro de sombras en China; los Bunraku en Japón; las marionetas sobre agua de Vietnam; los autómatas o teatros mecánicos, ingenios, muñecos, escenas religiosas o profanas que implican un movimiento independiente con mecanismos internos que se ponen en funcionamiento mediante diferentes elementos; Hanz Jaggery en Suiza y en Bélgica, tan singular como ella misma nos encontramos a distintos personajes según la región: Woltje, Pierke, Jacques, Tchanches y un grupo de cuatro personajes llamados Poesjenellenkelder, que significa “los andrajosos”. El títere, en su dimensión universal, posee rasgos que lo unen en su trayectoria histórica.
Commedia dell'arte (Italia)     El ser humano es muy complicado y más todavía nuestra sociedad: un clan, lejos de ser “un mundo feliz” donde existe la unidad básica de reproducción, la familia, está en crisis, y por ello todos quieren aportar algo para esta decadencia. ¿Quién me dice a mí que los títeres y su teatro no son un eslabón de la cadena perdida? Los tiempos, para mejor o peor, juzgue usted mismo, han cambiado y lo están haciendo ahora. Actualmente, pues, el títere tiene identidad propia, pero al igual que es utilizado mediáticamente, es, por sí mismo, un ente que aporta, entre otros, los siguientes argumentos:
     —Son buenos aliados de pequeños y mayores en las postrimerías de este fin de siglo. Sirven para protegernos de una sociedad donde lo virtual pretende sustituir a lo real, con la secreta finalidad de convertirnos en borregos, cegados de ilusiones y de vanidad, según Toni Rumbau.
     —Fomenta la creatividad, el interés y protagonismo de los niños.
     —Estimula a los niños a contar a los demás cosas sobre sí mismos y su entorno.
     —Es un medio didáctico que, acompañado de otras disciplinas como la psicología, la pedagogía, la sociología y la historia completan el proceso integral del aprendizaje en las escuelas.
     —Ayuda a la formación de espectadores partiendo del juego dramático.
     —Integra diferentes artes y conocimientos donde se funden escultura, pintura, manipulación, interpretación, literatura, música, canto y coreografía.
     Pero el títere necesita un tiempo y un espacio. Ya hemos visto cómo el títere ha sido un nómada a lo largo de la historia, pero hoy por hoy ha conquistado su espacio y tiene su propio teatro: el teatro de títeres. Y por espacio, el mar.
     Por cierto, mientras escribo este artículo me cuentan unos vecinos que un tiburón pasea por La Manga del Mar Menor. Cuál fue mi sorpresa cuando fui a verlo y descubrí que un pez con máscara de cuero y nariz aguileña alentaba mitos y leyendas entre los muchos espectadores que lo admiraban... Vivimos en la tierra del títere, ¿lo ven? ¡Jajaja!

Títeres de sombras. Wayang-Kulit (Indonesia) © Juven Iges Rojo

Por Juven Iges Rojo

   (1) Bufano, Ariel, ‘El hombre y su sombra’, en Teatro, Buenos Aires, año 4, nº 13, 1983, pág. 10.      (2) MacPhalin, Paul, The puppet theatre in America     (3) Moussinac, Leon, El teatro desde sus orígenes hasta nuestros días, La Habana, Editorial Nacional de Cuba, 1965, pág. 9.      (4) Acuña, Juan Enrique, Aproximaciones al arte de los títeres, La Habana, Pueblo y Educación.

La Casa de los Títeres (España)


Marionetas

Exponemos marionetas procedentes de todo el mundo, títeres de hilo de cuerpo entero.

Las diferentes culturas se arman con marionetas para perpetuar sus mitos, las leyendas, que les importan, los arquetipos en los que se reconocen. Se dotan así de otra realidad inventada pero necesaria que también los identifica.



En la selección que hemos realizado hemos priorizado lo popular sobre lo culto, lo tosco sobre lo refinado. Hemos pretendido escudriñar el alma popular a través de las marionetas de hilo, esos muñecos completos que situados bajo el titiritero mantienen con él una sutil relación a través de finas cuerdas.


Son marionetas procedentes de India, China, Túnez, República Checa, Bélgica, México, Colombia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia, España, etc. 




Cada hilo despierta en la marioneta diferentes reacciones, el titiritero "pesca" así en el muñeco una realidad imaginaria que le resulta necesaria para explicar lo que le acontece a la comunidad o para sentirse él, al menos en ese momento, dueño de un destino. 

Precisamos a las marionetas para que vivan por nosotros en sus diminutos cuerpos todo lo que soñamos, anhelamos o tememos. 

Las marionetas son los sutiles habitantes de esos territorios, siempre desconocidos e inexplorados, que nos circundan y nos hacemos un poco más humanos al transitarlos armados de su compañía. 



Paco Paricio
Fuente: http://www.lacasadelostiteres.com/exposiciones.html

Películas con marionetas y títeres


'Cristal Oscuro'

Película de fantasía, que narra la historia de Jen, el último superviviente de una especie, que buscará el fragmento perdido del 'Cristal oscuro' para acabar con los Skekses, y restablecer el orden.



'Silencio desde el mal'

'Silencio desde el mal' es una cinta de terror de James Wan que nos cuenta la historia de Mary Shaw, una ventrílocua que vuelve del más allá para tomarse la venganza contra el pueblo que la asesinó.


'Paso de ti'
En 'Paso de ti', Peter Bretter (Jason Segel) aparte de componer la banda sonora para la serie de su novia Sarah Marshall (Kristen Bell), tiene un sueño: producir un musical de 'Drácula' con marionetas.



'Los Teleñecos en Cuento de Navidad'
No se trata de una versión más del clásico de Charles Dikens, 'Los Teleñecos en Cuento de Navidad' cuenta a parte del protagonismo de los populares personajes de gomaespuma, con la participación del gran Michael Cainecomo el malhumorado Ebenezer Scrooge.



'Dolls'
Stuart Gordon recurrió al terror que generan en algunas personas las marionetas, para concebir 'Dolls'. En ella un anciano matrimonio tiene en su casa una colección de muñecas con ganas de diversión (y sangre).


'Team America: La policía del mundo'
Los irreverentes creadores de 'South Park', Trey Parker y Matt Stone, quisieron con 'Team America: La policía del mundo' homenajear a la serie 'Thunderbirds' y de paso dar un buen palo en los lomos de la política exterior norteamericana.



'Magic'
Richard Attenborough antes de convertirse en el afable Doctor Hammond de 'Parque jurásico', nos regaló esta pequeña joya en la que Anthony Hopkins interpreta a un mago controlado por su marioneta Fats.


'El delirante mundo de los Feebles'
En 'El delirante mundo de los Feebles' tenemos a un zorro miedoso, una rana drogadicta, una rata productora de cine porno, un elefante maníaco-depresivo… Estos personajes solo podían salir de la mente del genial Peter Jackson.



'Dentro del laberinto'
Si pasas de la veintena, seguro que recuerdas 'Dentro del laberinto', la entrañable producción de Jim Henson en la que una joven Jennifer Connelly se sumerge en un mundo mágico para rescatar a su pequeño hermano, secuestrado por el malvado Rey de los Goblins (David Bowie).


'El Castor'
Mel Gibson interpreta en 'El castor', a un padre de familia con depresión, que se ayuda de la marioneta de un castor que encuentra en la basura para salir del bache. Dirige Jodie Foster, que también coprotagoniza la película.



Por Tomás Andrés

Andrea Finck confiesa ser amante de los tí­teres




Por Noemí Salazar Segundo


Pianista de profesión, y orgullosamente “titiritera” como así suele llamarse, Andrea Finck es una de las impulsoras de talento cultural michoacano, que día a día trabaja en la formación, producción y difusión de este casi extinto arte.

Finck comparte con Morelia Invita su más grande pasión de vida, “quiero que los títeres tengan una posición importante en México, quiero que sea un arte valorado y apreciado, quiero que la gente se den cuenta de que los títeres no nada más son para niños”.

¿Cómo se despierta en ti el interés por los títeres?
Yo soy músico de profesión,  decidí abrir mi propia academia, impartíamos clases de música, baile, etc. El equipo de trabajo ofrecimos conciertos didácticos, pero nos dimos cuenta de que los niños sólo nos ponían atención las dos o quizás tres primeras piezas musicales, hicimos un análisis para mantener la atención de los niños, dentro del grupo de trabajo teníamos a una compañera llamada  Dalia Muños ella es de Morelia, actualmente reside en Barcelona y trabaja con uno de los mejores titiriteros,  Jordi Bertrán. Bueno sigamos en el tema, ella nos propone hacer los conciertos con títeres, a todos nos pareció una buena idea,  ella nos enseño a armar el  concierto, el primer concierto fue uno sobre música prehispánica y fue una maravilla. Los niños se deleitaron con la música y con los títeres. Ahí  descubrí la magia que tienen los títeres; el poder que tiene de comunicación con los niños de todas las edades.

¿Cómo surge la idea de realizar un festival de títeres?
Hace muchos años se hacía un festival de un titiritero llamado Mijael Vacile de la ciudad de México, después de varias emisiones el festival termino; fueron 6 años de ausencia, yo soy titiritera desde hace 17 años, en una ocasión voy a Jalapa, Veracruz y el maestro Carlos,  que es uno de los mejores titiriteros que tenemos del país, conoce mi labor   promotora y propone o me da la idea de que yo organice un festival, bueno le di muchas vueltas en mi cabeza hasta que tome la decisión de realizarlo y tocar puertas para hacer un buen festival de títeres.

¿Cómo ha sido la respuesta de la gente  a lo largo de 11 ediciones del festival? (Con una enorme sonrisa Andrea respondió)
Desde el primer festival que hice,  ha sido la respuesta maravillosa,  el público michoacano ya espera el “Festival de Títeres”, por eso nuestro compromiso es mayor cada edición.

¿Por qué la gente  no se puede perder este festival?
Siempre hemos apostado por la calidad, siempre hemos apostado por darle al público cosas que trasciendan que nos fortalezcan, hemos promovido el trabajo de los titiriteros de México y del mundo. 
No se lo pueden perder porque hemos hecho una selección muy especial, en donde tenemos presentaciones e invitados de España, Egipto, Estados Unidos, Ecuador, Guatemala, y México, además tendremos como tema principal “La Paz”, cada persona que asista a alguna función se quedara con un mensaje muy especial.  

¿Qué sabor de boca te deja cada festival?
Estoy convencida de que esto es lo que amo cada vez que veo en el escenario y volteo a la butaca y veo a un niño sonriendo de oreja a oreja maravillado, oue no parpadea de ver a  los títeres digo, sí, sí, no importa lo que tenga que pasar,  sacar dinero de mi bolsa para cubrir los gastos, el cansancio lo vale.

¿Cómo te sientes a pocos días de que se realice el 12° Festival Internacional de Títeres?
Me siento muy contenta y el festival es lo que más amo, me declaro una fiel enamorada del arte de los títeres y lo seguiré haciendo siempre, no importa las condiciones; Andrea está convencida de que esto es lo que quiere hacer, quiero que los títeres tengan una posición en México, que los valores, que los títeres son cualquier objeto animados para una representación y cuando cobran vida tiene magia.

¿En tu carrera cuantos títeres has elaborado?
Tengo como 200 títeres, cada producción tiene alrededor de 20 o 25 piezas, hasta el momento tengo como 8 o 9 obras diferentes. Títeres gigantes, de mesa, títeres de guantes, de espumas, marionetas de madera, son muchos. 

¿En especial tienes alguno para trabajar?  
Tenemos una obra que se llama “Un Viaje por el Mundo de Cri Cri”,  se usan títeres bocones y tengo una abuelita que es como la extensión de “Andrea”, me siento muy identificada, he dado muchas representaciones con esta obra y cada lugar y cada función  ha sido diferente porque los niños se involucran se mueven con los personajes y me siento muy identificada con este títere.

¿En qué nivel crees que se encuentre México sobre la cultura de títeres?
Es una arte que no es muy apreciado por la sociedad, muchos piensan que solo es para niños, y no lo es, en nuestro país le hace falta apreciación, somos pocas personas las que nos dedicamos a esto, es triste saber que en México no contamos con alguna escuela para impulsar este arte, y sobre todo saber que no viene detrás de nosotros alguien que continúe con el mismo amor a esta profesión, los jóvenes se interesan por otras artes. 



Marionetas acuáticas de Vietnam


Su nombre: Mua Roi Muoc, cuya traducción aproximada es: marionetas danzantes en el agua.

En la orilla de un estanque o de una laguna se levanta una construcción de ladrillos, de tablas o bambú, con un techo del cual desciende una pantalla o toldo hasta la superficie del agua. Los habitantes de la aldea se sitúan en las orillas, y los tambores, gongs e instrumentos populares suenan para anunciar el inicio de la función.
Detrás de la pantalla o telón se colocan los manipuladores, metidos en el agua hasta la cintura.
Invisible bajo la superficie del agua del estanque, hay una especie de entarimado o rejilla de madera para brindar soporte a los títeres, los cuales se desplazan delante de la pantalla gracias al movimiento que les imprimen las cuerdas, varas o perchas que accionan los operadores.
Las figuras de madera tienen también mecanismos interiores que son accionados desde lejos por los manipuladores. Así, sobre el agua pueden verse dragones soltando agua y fuego por sus hocicos y bocas, batallas entre guerreros a caballo, bailarines, desfiles de soldados y muchachas cabalgando sobre peces.